3shot Porque te sigo amando - 2parte, Ana



Parte 2

Quería terminar con él por mi bien y por el suyo.


-Jake… esto… tenemos que hablar – dije bajo pero firmemente. “Bien Bella, hora de afrontar a Jacob Black” sentenció mi mente.

-¿De qué quieres hablar? – me miró preocupado y yo me sentí terriblemente mal. Las dudas otra vez vinieron a mi mente, pero las dejé a un lado – Maldita sea Bella me estás preocupando – me sacudió por los hombros, sacándome de mi repentino trance.

-Es muy importante Jake, pero no quiero hablarlo aquí en medio – miré de reojo la cafetería. Casi todos los alumnos estaban vueltos pendientes a nosotros – ¿Te importa si hablamos a la salida? ¿En el aparcamiento? – le sonreí sin ganas, pero no quería ponerle más nervioso aún.

-Claro Bella, no importa – intentó sonreír. Fue a darme un beso y aparté de nuevo la cara.

-No hagas eso nunca más, por favor – le dije con voz rota.

-¿Pero por qué? ¿No estás enfadada conmigo verdad? – me dijo nervioso mirándome a los ojos, intentando buscar la verdad dentro de mí.

-No Jake, no es eso. Ya lo entenderás después – me puse de puntillas y le di un beso en la mejilla – Me voy con los chicos. Hasta luego – le despedí con la mano y me senté en la mesa.

Un silencio sepulcral llenaba el ambiente. Ninguno quería decir nada por miedo a mi reacción, o eso pensaba.

-¿Os han comido la lengua un gato o qué? – intenté sonar graciosa. Emmet rió y los demás se relajaron.

-¿Cómo te fue? – me preguntó Rose mirando con odio a alguien detrás de mí. Me imaginaba a la persona que miraba con tanto odio.

-Mal – bufé. Apoyé los codos en la mesa y mi cabeza en los codos. Cerré los ojos y suspiré.

-Explícate Bella – sugirió Jasper calmado.

-No le he dicho nada. No he tenido el valor de hacerlo, además delante de todos los alumnos no pienso hablar nada. Así que le he dicho que hablamos a la salida en el aparcamiento así nadie se va enterar y espero poder calmar mis nervios para luego – lo solté todo de un tirón.

Sentí un apretón en mi brazo. Levanté la vista y me encontré los ojos esmeraldas de Edward que me miraban con tristeza y con cariño. Le regalé una sonrisa y me la devolvió.

-No te preocupes. Piensa bien lo que vas a decirle, Jacob se tomará bien lo que le digas – me sonrió Alice. La miré, sonaba muy segura.

-¿Has tenido un presentimiento o qué? – preguntó Edward burlón.

Alice le mató con la mirada y sonrió.

-Pues sí, Eddy. Y sé que todo va a salir bien – dijo lo último mirándome tranquilamente, intentando calmarme.

Edward bufó por el sobrenombre, pero yo conseguí calmarme. Decidí no pensar más, si no me estrellaría la cabeza.

-Cambiemos de tema por favor – rogué y parece ser que Emmet escuchó mis suplicas.

-¿Sabéis que día es hoy? – no nos dio tiempo a responder - ¡¡VIERNES!! – chilló y media cafetería se nos quedó mirando, pero a él le daba igual.

-¿Y qué pasa con que sea viernes? – preguntó Jasper. Buena pregunta, porque yo quería saber lo mismo.

-Pues que hoy por la noche vamos a salir – dijo animado.

-¡Bien! – Alice dio un salto de su silla y corrió a darle un casto beso en la mejilla a su hermano – Así me gusta Emmet – chocaron las manos – ¿Quien se apunta? – nos miró a todos con una enorme sonrisa.

Todos levantaron la mano, menos yo. Estaba segura que no tendría ánimos para ir a ninguna fiesta ni para ir a tomar algo esta noche. Me conocía bastante bien, y seguramente me quedaría tumbada en mi cama viendo una película romántica.

-¿Por qué? – Preguntó Emmet – Deberías venir Bella, así te olvidaras de Jake el tiempo que estés con nosotros.

-No me va a apetecer Em, otro día quedamos – sonreí mirándole.

-Ok Bella. Tú tranquila – dijo Rose – pero si ves que tienes que venir o algo, me llamas – imitó con la mano un teléfono.

-Vale – medio sonreí – Por cierto Edward, ¿el miércoles tenemos el examen de biología no? – le pregunté a Edward, ya que compartíamos esa clase. Los demás chicos entablaron conversaciones distintas.

-Sí, ¿te vas a venir a mi casa a estudiar el lunes o el martes? – Me preguntó – Aunque si te quieres venir este finde…

-No, mejor quedamos el lunes – le sonreí – Me tendrás que ayudar mucho, llevo el tema fatal.

-Eso no es problema, harás el examen bien.

-Eso espero profesor Cullen – y reímos los dos bajito.

La campana toco, anunciando el fin del recreo. Nos levantamos y nos fuimos para clases.

*****

Las tres horas se me pasaron sumamente rápidas. En cada intercambio y de clase a clase, estuve evitándole o cogiendo pasillos alternativos si veía la posibilidad de cruzarnos.

Ahora tenía que ir al aparcamiento, hablar con él… decirle que ya no le quiero… que mejor que seamos amigos… que…

-Vamos Bella – Rose interrumpió mis pensamientos apareciendo de la nada. Enganchó su brazo al mío mientras andábamos a los aparcamientos – Te he visto ausente, déjame adivinar, estabas pensando en…

-Si Rose, tienes razón. Pero es que… ¡no puedo, no puedo, no puedo! Soy incapaz - me lamenté.

-Vamos a ver, espabila Bella – paramos en seco – Tienes que cortar esto ya, para que después no sea peor. O qué quieres… ¿seguir estando con él? ¿Cuándo ni siquiera lo quieres? Eso no es justo ni para ti ni para el chucho de Black – fue un largo discurso y llevaba razón.

-Mira Rose, podría hablar con el mañana – intenté convencerla pero ella tenía la vista fija en frente y me volvía a arrastrar a los aparcamientos.

Llegamos a los aparcamientos. Los Cullen estaban alrededor del Jeep de Emmet, menos Edward que estaba al lado, apoyado en su Volvo. Visualicé a Jacob, estaba sentado en su moto, se veía desesperado y asustado.

-¿No te da pena? – le murmuré.

-No – me cortó – Anda y date prisa cariño, nosotros nos vamos, pero Edward se queda – me empujó y acaba frente a Jacob.

Me escucho llegar y se dio la vuelta. Su cara denotaba preocupación, la barbilla le temblaba.

-Hola – dije sin voz apenas.

-Hola Bella, ¿por qué has tardado tanto? – me señaló el aparcamiento. Estaba casi vacío, solo quedaban mis amigos y varios coches que serían de profesores.

-Porque en la última clase… el maestro tuvo que hablar conmigo, acerca de un trabajo ya sabes – le mentí, y creo que lo noto pero lo dejo correr.

-Bueno ya me tienes aquí, ¿qué es la cosa tan importante que tienes que decirme?

Le cogí la mano. Le miré a los ojos, esos ojos de los cuales hace meses creí estar enamorada. Miré sus labios, con los que había sido mi primer beso. Cogí aire, rogando que la valentía se apiadara de mí y me dispuse a hablar.

-Veras Jacob, llevamos ya 2 meses – el asintió con alegría en la mirada – Pero Jake, yo no me encuentro bien, no me siento cómoda. No puedo estar con alguien a quien ya no quiero – le dije, fue a hablar pero le callé – Escúchame, yo al principio te quise y mucho, pero desde hace varios días… algo ha cambiado, mi corazón no siente lo mismo – terminé y de reojo vi que el Jeep de Emmet salía del aparcamiento, solo quedaba Edward allí.

-Bella yo… - sus ojos poco a poco empezaron a humedecerse, y yo me sentí terriblemente mal, esto era lo que temía – Lo siento – dijo con voz rota – Perdóname si he sido un mal novio – me abrazó, algo que no me esperaba. Se lo estaba tomando bien.

-No tengo que perdonarte – deshice el abrazo, mis ojos ahora estaban húmedos – Esto no es un adiós – medio sonreí – Somos amigos, ¿no?

-Claro Bella – se sorbió la nariz.

-Pues me voy Jake, gracias por tomártelo bien – dije mientras andaba hacia Edward.

-De nada Bells, te quiero demasiado como para formarte un lío. Adiós – se enjuagó las lágrimas, se montó en su moto y se fue.

Ahora el aparcamiento estaba solo, desierto. El Volvo plateado era el único coche que se veía. Mis ojos húmedos no fueron capaces de retener las lágrimas, y estas empezaron a caer por mis mejillas. Me sentía como un monstruo.

Edward salió del Volvo y yo corrí a sus brazos.

-Ya he cortado con él – lloré.

-Shh, llora lo que quieras Bella, yo estoy aquí contigo – me levantó del suelo, me cargó y fue a sentarse en un banco. Yo quedé encima suya acurrucada, como si fuera un bebé en los brazos de mi mejor amigo.

Y yo seguí llorando. No era capaz de detenerme. Puede parecer algo exagerado, pero yo me sentía así.

Cuando menos lo esperaba, deje de llorar. No sabía cuanto tiempo habíamos estado así, pero yo me sentía a gusto. Miré a Edward, que miraba un punto fijo en frente mientras me abrazaba. Parecía pensativo. Carraspeé para llamar su atención. Me miro y me regalo una sonrisa muy dulce.

-¿Estás mejor?

-Sí, gracias por quedarte conmigo – empecé a agradecerle. El dos dedos en mis labios, para que callara.

-No me agradezcas nada, ¿de acuerdo? Lo hago porque te quiero – yo asentí sonrojada.

- Y también gracias por escucharme, no tenías por qué – dije atropelladamente cuando quito sus dedos de mis labios.

Me miró con reproche fingido, pero no pudo aguantar la risa y los dos empezamos a reír.

-Mejor que nos vayamos, llevamos aquí más de una hora – dijo Edward y yo asentí.

Me sonrojé cuando me levanté del regazo de Edward. Me acompañó a mi coche y me monté.

-Gracias por todo Edward, eres el mejor de todos los mejores amigos del mundo – sonreí.

-Uf, eso es mucho – rió – De nada Bells, cuando quieras.

Se fue a su coche. Mientras yo arranqué y salí del aparcamiento.

El camino a casa fue tranquilo. No pensaba en nada, la mente en blanco. Llegué, entré y ni siquiera comí ni salude a Charlie. Me subí a mi habitación, me tumbé en la cama y me deje llevar por Morfeo.


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¿Qué os ha parecido chicas?^^  Un beso(L)

3 comentarios:

Diana dijo...

Siiiiii!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!soy la primera.
El capi estubo genial me encanto y Edward que gran amigo al quedarse con ella, muchas quiieramos uno asi.
BYE.BESOS

Unknown dijo...

Hermanita te felicito el capi esta simplemente perfecto me encanto, y que lindo Jacob comprendio todo, me encantaaaaaaaaaaa hay y Edward tan hermoso lo amoooo. oye hermanita te quedo muy lindo el capi, te quierooooo XD

aleshita-luvs-paramore dijo...

lindo lindo lindo pero por fas ya publica el ultimo q me estoy muriendo de la curisidad!!! un besote !!!!

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Firmemos todos para que S.M. escriba Sol de Medianoche:D
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