Mi Playboy, 8 - Ana



Capitulo 8: Fantasmas del pasado.

Esa voz provocó un revolcón en mi corazón. Pero no de los buenos, si no de los malos. Giré mi cabeza lentamente para encontrarme a la última persona que me gustaría ver; Jacob Black.


-¿Qué haces aquí? – pregunté seca. Alice lo miró confundida y Rose… ¡si las miradas matasen!

-Pues he venido solo, y te he visto y te he saludado – sonrió y se sentó a mi lado – Bella, siento mucho lo del otro día en serio, no quise hacerte daño.

-No necesito tus disculpas, ¿vale? Olvídame – le di la espalda.

-Podemos ser amigos Bells, como niños – me tocó el hombro.

Y los recuerdos golpearon mi mente. Porque era verdad, él había sido mi mayor apoyo y mejor amigo cuando éramos mocosos. Con él me había metido en líos. Él fue la primera persona que me vio andar como si fuera modelo, cuando era pequeña y soñaba con ser lo que era ahora. Él había sido parte de mí. Jake había sido mi familia. Pero traspasamos los límites al ser novios y todo se estropeo, él me falló.

-No me llames así. ¿No lo entiendes? Me has hecho daño Jacob, no quiero volver a verte – le dije a duras penas. Mis ojos estaban empezando a crear las lágrimas, pero yo no quería llorar. No quería llorar por alguien que me había dejado destrozada.

-No Bella, dame otra oportunidad. Sé que no he sido el mejor, pero puedo intentarlo – me acarició la mejilla. Rose me miraba decidiendo si debía intervenir o no, intente transmitirle con la mirada que todo estaba bien, que no se preocupara.

-Jake… ¡por favor! – chillé.

- Isabella – escuché la voz aterciopelada de Edward distorsionada por la música, sonaba enfadada – ¿Me presentas a tu amigo? – pregunto mirando con desprecio a Jacob.

- Soy Jacob Black, novio de Bella – sonrió para estrecharle la mano. Mi boca formó una perfecta “o” y Edward se quedó de piedra. Rose estaba hecha una furia y Alice la sujetaba, si no le arrancaría el pescuezo a Jacob.

-Tú y yo no somos nada Jacob, ¡NADA! – Le pegué un bofetón en la cara, me había arruinado la noche – No quiero verte, no quiero oírte, para mí estás muerto – chillé y salí corriendo hacia la salida.

Empujé a varias personas que entraban a la sala, detrás escuchaba los gritos de mi Edward, mi amado. Con lagrimones enormes surcando por mi cara le dije a Joe que me abriera la puerta. Me miró preocupado pero finalmente desistió y me dejó pasar.

Salí del club y el aire helado me abofeteó. Me acurruqué en el suelo y me abracé a mí misma. Seguía sollozando, pero ya no caían lágrimas por mis mejillas.

-Cariño – se sentó al lado mío y me abrazó. Al instante sentí un calor reconfortante – Deberías haberme esperado. No llores, no me gusta verte sufrir – me dio un beso en la frente – Además, si él te molesta yo me ocupo, no te preocupes. Nunca dudes que te amo y sé que me amas igual, por lo que me importo poco cuando el tío ese dijo que era tu novio, sabía que era mentira.

- Gracias Edward. No te imaginas lo que me dolió el verle – dije sollozando, aunque dudo que me comprendiera – ¿Es que no puede dejarme tranquila?

-Bella no te entiendo, no sé de qué me hablas – dijo frustrado.

Era verdad, Edward no sabía nada de mi pasado. No sabía nada acerca de mi relación con el otro, por eso no entendía nada.

Él no sabía de Jacob Black.

-¿Te parece que cuando lleguemos a casa te cuente? – me sorbí la nariz.

-Por supuesto Bella – me besó en los labios.

Y una vez más me sentó en las nubes. Sus perfectos labios se amoldaban a los míos, como si se hubiesen hecho el uno para el otro. Como si fueran las piezas de un puzle que encajan a la perfección, destinadas a estar juntas por siempre.

Cortamos el beso por la falta de aire y apoyó su frente en la mía, mientras me sonreía.

-Te amo Bella – suspiró y me dio un casto beso.

-Yo te amo más – le contesté.

Me tendió la mano y me ayudó a levantarme. Me sonrió y nos dirigimos de nuevo adentro. Por suerte Jacob ya no estaba.

Rose se levantó sin más y me abrazó. Ella era la única que conocía todos mis secretos, todos mis miedos, mis sueños, mis fantasías… ella era mi confidente. Le abracé y apoyé mi barbilla en su hombro, intentando no llorar de nuevo.

-¿Ya estás bien? ¿Seguro? – me preguntó y me acarició la mejilla.

-Sí, no te preocupes. Venga, ¿bailamos de nuevo? – sonreí de la mejor manera que pude.

-¡Claro que sí Bella! ¡Así me gusta! – sonrió Emmet, me cogió la mano y salimos a la pista. En ese momento estaba sonando hot and cold, de Katy Perry.

Nos pusimos en un extremo y empezamos a bailar. Los demás se quedaron en la mesa hablando animadamente. Emmet y yo seguíamos intentando bailar. Emmet iba cantando la canción, aunque más bien parecía un pavo ahogado chillando. Así seguimos durante toda la canción, bailando dando saltos y cantando. Muchas personas habían empezado a mirarnos, pero al ver que no nos dábamos cuenta habían empezado a hacer lo mismo.

-¿Dónde aprendisteis a bailar así? ¿En un circo? – rió Jasper. Yo me sonrojé y empecé a reírme.

Fui hacia Edward y le besé en los labios. Fue solo un roce suave, suficiente para que mi corazón se acelerase.

-Cariño, ¿no deberíamos hacer algo para Alice? Estamos en su celebración – le susurré al odio flojito, para que nadie aparte de Edward se enterase.

-Sí, creo que sí. ¿Tienes alguna idea? – me respondió.

Miré a Alice, que estaba sentada en las rodillas de Jasper mientras él le rodeaba con sus brazos. Se veía muy feliz, en eso se me ocurrió una idea.

-Ya lo tengo. Quédate aquí y no digas nada – me dio un beso en la frente y asintió. Fui hasta Rose, que estaba hablando con Em – oye Rose, ¿te importa acompañarme un momento? – le guiñé un ojo y ella supo que era importante. Cuando éramos chicas y hacíamos alguna travesura o algo por el estilo, teníamos que guiñarnos el ojo para saber que la otra tramaba algo.

-Claro Bella – le sonrió a Emmet y me agarró la mano – ¿Qué planeas? – me preguntó al instante en que nos separamos de la mesa.

-Es el cumple de Alice – ella asintió – Acaba de empezar con Jasper – asintió de nuevo – A Alice le encanta bailar – y ella asintió de nuevo – ¿Lo pillas? – le pregunté emocionada mientras la arrastraba a donde estaba el DJ.

-Realmente no Bella, pero venga que yo te apoyo – reímos y llegamos a donde estaba el DJ.

-Hola guapas, ¿queréis algo en especial? – sonrió el DJ sin prestarnos mucha atención mientras cambiaba un disco.

- Soy Bella Swam - estiré mi brazo para saludarlo. Levantó la cabeza y se me quedó mirando por un rato que me pareció eterno, y su mano aun no había estrechado la mía -¿Estás bien? – le dije ya medio preocupada.

- Sí, estoy bien, estoy perfectamente – se quitó los cascos y me sonrió – Me llamo Rob, encantado Isabella – me estrechó la mano entusiasmadamente. “Menos mal que no te la ha sacado…”

-Yo soy Rose – sonrió mi amiga y le saludó con un gesto de la mano.

-Encantado – sonrió el DJ – Bueno, ¿necesitan algo?

- ¿Ves a aquella chica que esta con el chico rubio? Aquella que es delgadita y tiene el pelo negro, se llama Alice y pues hoy es su cumpleaños – le expliqué – ¿Podrías poner una canción para que la baile con su novio, Jasper?

-Por supuesto Bella. ¿Cuál quieres? – me sonrió el DJ.

Miré a Rose, sinceramente aunque me gustaba mucho la música no tenía mucho tiempo para escucharla. Mi amiga se encogió de hombros, no era muy fanática de la música.

-No sabemos cual poner, ¿tienes alguna sugerencia? – le pregunté medio sonrojada. El asintió con la cabeza energéticamente.

-¿Os gusta el reggaetón? – preguntó cogiendo un disco.

-Si – sonreí, aunque casi nunca he escuchado nada de ese estilo – Avisa a mis amigos, son Jasper y Alice.

-Entonces tengo una perfecta – sonrió y cogió el micro – CHICOS, ¿CÓMO VA LA NOCHE? – Todo el mundo aplaudió mirando hacia nosotros – AQUÍ TENEMOS A BELLA Y ROSE. ME HAN PEDIDO QUE PONGA UNA CANCION PARA SUS AMIGOS, ASÍ QUE JASPER Y ALICE SALGAN A LA PISTA, ME GUSTARIA QUE LE DEJASEIS SOLOS EN LA PISTA. GRACIAS– sonrió y soltó el micro.

-Nosotras nos vamos – le dije al DJ dándome la vuelta – Muchas gracias.

-A vosotras – y entonces puso la música.

Alice y Jasper se encontraban ahora en medio de la pista. Las demás personas habían ido a reunirse con sus amigos en las mesas. Rose y yo íbamos hacia la nuestra, contentas por ver a la pareja en medio de la pista mientras la música empezaba a inundar el local y escuchábamos atentos la hermosa letra…

“Esos besos que me das, con esa boca tan suave, con esos labios tan dulces…que provocan, que me inspiran a comerte toda. Esos besos que me das, con esa boca tan suave, con esos labios tan dulces… que provocan, que me inspiran a comerte toda”

-Bailemos aquí Bella – me dijo Edward al oído – No quiero romper el momento de Jasper y Alice, pero nadie me quita las ganas de bailar contigo – me cogió de la cintura.

Alice me miraba con una enorme sonrisa, veía en sus ojos una gratitud enorme.

“Que me inspiran a hacerte el amor, recorrerte toda todita todita y desnudarte bonita. Y amanecer aferrado a tu cintura… Que me inspiran a hacerte el amor, recorrerte toda todita todita. Y amanecer aferrado a tu cintura…”

-Espero que a tanto no lleguen – comentó Emmet mientras bailaba con Emmet. No me quedo otra cosa que reír.

“¡Soy adicto! Ven y dígame lo que tengo que hacer, si no puedo dejar de acariciar su piel, como usted me besa nadie lo sabe hacer…”


Empezó a ponerse movidita la canción, el reggaetón empezaba a sonar. Vi como Alice me miraba, no sabiendo como continuar. Rodeé el cuello de Edward y empecé a bailar moviendo mis caderas. Le guiñé un ojo a Alice y ella empezó a bailar parecido con Jasper.


“Son tus besos… (Oh, oh, oh, oh) Los que me llevan a otra dimensión (Oh, oh, oh, oh) Si son tus labios (Oh, oh oh, oh) Los que hacen que se me erice el cuerpo”


-Cuánta razón tiene la canción – me dijo Edward al oído – No sabes cómo me siento, como me haces sentir – me dio un beso en el cuello y seguimos bailando.


“Que me inspiran a hacerte el amor recorrerte toda todita, todita y desnudarte bonita y amanecer aferrado a tu cintura… Que me inspiran a hacerte el amor recorrerte toda todita, todita y desnudarte bonita y amanecer aferrado a tu cintura”


"Entrégate (He, he, he, he) y deja que mis manos se deslicen sobre tu piel (He, he, he, he) ¡Y consiénteme! con tus besos suaves.”


“Y me vuelve loco el solo pensar, que esa boca tuya me llegase a besar fanático a tu carita angelical y grita a los cuatro viento que te pueda amar”


.-Me gusta esta canción – me susurró Edward.


“Que me inspiran a hacerte el amor, recorrerte toda todita, todita y desnudarte bonita y amanecer aferrado a tu cintura… Que me inspiran a hacerte el amor, recorrerte toda todita, todita y desnudarte bonita y amanecer aferrado a tu cintura…”


“Esos beso que me das, con esa boca tan suave, con esos labios tan dulces que provocan que me inspiran a comerte toda…”


Y la canción terminó. Todo el mundo empezó a aplaudir, la verdad a todo el mundo le había gustado.

Jasper y Alice regresaron a la mesa de la mano, con una sonrisa en el rostro.

-Poneros, que vamos a hacernos una foto – gritó Emmet y sacó su cámara – Perdona, ¿nos puedes hacer una foto? – le preguntó a una chica.

-Claro – respondió una voz dulce, se dio la vuelta y Emmet pegó un pequeño gritito, la chica era realmente fea y estaba bizca, pobrecilla – Poneros – agregó.

Sonreímos todos, aunque más bien nos reíamos a carcajadas. Aunque pareciese cruel, causaba mucha risa ver a la chica bizca mirando la pequeña pantalla, poniéndose mas bizca aun.

-Gracias – le sonreí y me dio la cámara. La foto era preciosa, estábamos todos sonriendo, como una piña.

-Me encanta chicos, ha sido el mejor cumpleaños de mi vida – sonrió con emoción y nos abrazó a todos – Ya es tarde, mejor nos vamos ya – le guiñó un ojo a Jasper, suerte que Emmet no vio ese gesto.

-Claro, mañana es Domingo y tenemos comida familiar, no creo que a Esme le guste que vayamos con ojeras – comentó Edward.

-Pues vamos – dijo Rose cogiéndole la mano a Emmet.

Todos salimos del club. La noche seguía siendo fría, nada silenciosa. La música de los clubs cercanos invadía la tranquilidad de la noche. Las calles estaban desiertas, ya que todos los jóvenes estaban de fiesta. Nos dirigimos a los coches sin decir palabra alguna, cada uno estaba bien con su pareja, no hacía falta decir palabra alguna para transmitir lo bien que nos sentíamos.

-Nos vemos mañana – dijo Emmet y nos despedimos.

-Edward… quédate conmigo esta noche, por favor, tenemos que hablar – le sonreí y el asintió sonriendo.
-Alice dile a mamá que me quedo con Bella, mañana nos vemos en el almuerzo – le besó la frente.
-¡No hagáis demasiadas cochinadas! – gritó Emmet por detrás y Edward le dio una perfecta vista de su dedo corazón. Todos reímos, incluso me dolía el estómago.

Nos metimos en el Volvo y nos pusimos en marcha a mi casa. Edward puso música clásica, Claro de Luna. Siempre conseguía tranquilizarme, y ahora me sentía muy a gusto.

-¿Te lo has pasado bien? – me preguntó Edward apretando suavemente mi rodilla.

-Exceptuando lo de Jacob, sí. Ha sido una maravillosa noche, y quiero una copia de la foto – le sonreí.

-Me alegro, yo te daré la copia. El lunes iré a hacerla – sonrió y se concentró en la oscura carretera, alumbrada solamente por los faros del Volvo.

-Edward, estoy pensando vender mi apartamento. Irme a vivir más cerca de ti – comenté, esa idea había estado rondando mi cabeza por días – Podríamos vivir juntos – le dije emocionada.

-Eso es maravilloso Bella, tenemos que tenerlo en cuenta – sonrió – Podríamos mirar casas a las afueras de Forks, comprar una parcela y diseñarla nosotros, como tú quieras.

-Eso sí que sería maravilloso Edward – le besé en la mejilla y me apoyé en la ventana, mientras dejaba escapar un suspiro imaginando como sería mi vida con Edward a mi lado, por siempre.

Estuve el resto del camino soñando despierta. La imagen de una hermosa casa, con una niña jugando en el porche con los ojos de Edward y nosotros por detrás abrazados, se me hacía demasiado hermosa. Realmente me gustaría ese futuro.
-Cariño, ya hemos llegado – dijo Edward, bajó del coche y me abrió la puerta para que bajara.

-Te quiero Edward, muchísimo – le abracé de improvisto. El sonrió y me abrazó también – Me gustaría enseñarte una foto de pequeña, con mi madre. Es muy importante para mí – le tomé de la mano y entramos al piso. Subimos el ascensor y entramos a mi apartamento.

Me quité el abrigo y los tacones, el vestido no me molestaba ahora. Edward se quitó su chaqueta y se aflojó la corbata.

-Ven aquí Edward – me subí en una pequeña silla y Edward se puso tras de mí, a mi espalda. Ahora estaba a la altura de Edward. Le di la espalda y busqué el álbum – Esta es – le enseñé.

En esa foto estábamos mi madre y yo. Yo tenía apenas cuatro años, y nos encontrábamos en el patio de mi antigua casa, abrazadas. Las dos teníamos unas hermosas sonrisas, y jugábamos a las casitas. Esa foto, inexplicablemente, era la más importante para mí. Una de las pocas fotos que tenía con mi madre y estábamos felices, por eso la conservaba como una cosa de las más importantes.

-Es preciosa – dijo Edward poniéndose de puntillas para verla mejor, ya que yo estaba en la silla – Eras muy guapa de peque, aunque me gustas más ahora – me sonrojé y guardé la foto. Ahora quería enseñarle una de mi antigua casa.
Mientras buscaba sentía a Edward tras de mí. Sin esperarlo, sentí sus manos en mis pechos, empezaron a masajearlos suavemente. Parándose en mis pezones. Una corriente me recorrió desde arriba abajo. Era una sensación maravillosa.
-Eso no es de caballeros – dijo apenas en un susurró.

-Dejemos la caballerosidad a un lado, ahora quiero otra cosa, te quiero a ti – dijo besándome en el cuello, mientras sus manos se metían dentro de mi escote.


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AHHHHHHHHHHHH! POR FIN TERMINÉ EL CAPI! Y yo, al igual que Patry, pido disculpas. Pero entre el castigo, la flojera, el instituto y todo... casi se hace imposible escribir.
Bueno, ya tenemos 101 fantásticas seguidoras, y quiero darles las gracias a Todas. Sin vuestro apoyo nosotras no seriamos nadie, no tendriamos el valor de escribir, ni la seguridad de publicar nuestras historias. Quiero deciros que os quiero mucho, y que sois personas maravillosas!
 
Sobre el capi... Os ha gustado?^^ Vaya final que tiene... Quereis un lemon en el siguiente cap? Solo teneis que pedirlo, jijiji! Un beso enorme mis niñas, os adoro!

5 comentarios:

sandra32321 dijo...

ay, por fin capítulos nuevos, no me estoy quejando, pero he esperado con ansias capítulos nuevos y éste ha sido muy bueno, felicidades, cada vez me gusta más Edward. Muchos saludos y suerte.

Irene Comendador dijo...

¿que si quiero lemon?
¿de verdad me estais preguntando eso?
¿a mi?
jajajajaajajajajaajajaj
pueeeeeeessssss.......
a ver.....
no se no se.....
dejame pensar.....
no se que decir...
quiero lemos o no quiero.....
a ver.......

jajajajajajajajajajajaj

por supuesto que quiero y uno bien grande, jajajajajajaja
un beso mis chicas, que a parte estoy deseando que bella cuente lo que le paso con Jacob a Edward, espero que el se lo tomo bien

Irene

Unknown dijo...

jajaja pues hermanita.... no quiero retorcer..más tu mente pero.. que va!!! yo estoy de acuerdo con irene jaja el capi esta genial y hay que fue lo que paso con jacob y eso de la chica bisca que guay estuvo jajaj hermanita te quierooooooo

Anónimo dijo...

Por favoooorrrr, lemooonnn siiii!!!!!!!!!!esta bien pedirlo asi? me encanta esta historia bueno, en realidad me gustan todas, un beso chicas sois estupendas

Patricia dijo...

holaaa, me encanta la historia es genial ya me acabe de leer todos los capi, besosss

FIRMAS!

Firmemos todos para que S.M. escriba Sol de Medianoche:D
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